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Paper Monsters Recut

Paper Monsters Recut, una aventura entre papeles, cartulinas y colores.

Paper Monsters Recut - Análisis

Tras su exitoso paso por sistemas móviles allá por el año 2013, Mobot Studios nos trae una versión remozada de aquel Paper Monsters original con este Paper Monsters Recut. Gráficos mejorados en alta definición y una serie de contenidos extra son los principales alicientes de este colorido plataformas de papel en 2,5D destinado a la eShop de Wii U.

Un mundo de papiroflexia

Desde el momento en el que vemos Paperland y nuestro acartonado protagonista, hay un elemento que destaca a primera vista. Todos los objetos, personajes, incluso escenarios, parecen hechos con papel, cartón y demás materiales típicos de las manualidades.

De esta forma, en Paper Monsters Recut vemos caracterizados paisajes de todo tipo. Desiertos al más puro estilo western, fondos marinos o incluso planetas ubicados en el espacio exterior actúan como perfecto decorado para llevar a cabo esta aventura de papel.

Aunque resultón gráficamente, nos encontramos ante un título que flojea bastante en lo sonoro. Melodías algo escasas y repetitivas nos acompañan a lo largo de las partidas. Algo que, en cierto modo, casa con el aire infantil que impregna a todo el conjunto que supone este título.

Homenajes y secretos en papel

Siguiendo la estela de su apartado artístico, la sencillez de Paper Monsters Recut también queda reflejada en su manejo. Los controles se reducen a un botón para correr, otro para saltar, el stick analógico para desplazarnos y, en ocasiones, otros dos para disparar proyectiles o usar un jetpack. En vista de esto, el uso del GamePad de Wii U habría quedado relegado a algo anecdótico de no ser por la posibilidad de jugar en él gracias al modo Off-TV.

El desarrollo de cada nivel sigue la estela de los controles y el apartado visual. Tras acceder desde el overworld nos encontramos, ya sea a pie o a bordo de un vehículo, ante una serie de enemigos a los que podemos abatir, saltando sobre ellos o disparándoles, para abrirnos camino hasta subirnos al escenario con el que se cierra la fase.

Como curiosidad, el paso entre secciones de cada nivel se hace mediante tuberías a las que sólo se puede entrar por un sentido. Un elemento que, sumado a la peculiar boca por la que accedemos a ciertas zonas y a la forma de acabar con los enemigos, nos hace pensar que hay cierto toque de homenaje al fontanero por excelencia de Nintendo.

Volviendo al desarrollo de las fases, en cada una de éstas hay una serie de coleccionables escondidos, ya sea en paredes invisibles o en caminos alternativos. Estos son un botón dorado y tres clips del mismo color. Conseguirlos alarga bastante la vida de este título, ya que con ellos podemos desbloquear una serie de niveles extra (algunos ocultos en el mundo principal), haciendo las delicias de los amantes del 100%.

Jugando entre algodones

Precisamente es la mecánica de juego el apartado del que más cojea el juego ante el que nos encontramos. A pesar de su viveza visual, Paper Monsters Recut no logra ponernos en un aprieto, carece de ese toque desafiante que te hace repetir una pantalla infinidad de veces hasta lograr hacer ese salto imposible o esquivar a ese enemigo que nos trae de cabeza. Algo que los más veteranos del género percibirán enseguida.

En definitiva, nos encontramos ante un plataformas con gran cantidad de extras y secretos aderezados con un componente artístico original y un acabado gráfico bastante llamativo. Sin embargo, su escasa dificultad y la presencia de algunos molestos, aunque ocasionales, bugs hacen que se nos quede una sensación agridulce al ponernos a los mandos con él.