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Donkey Kong Country 3: Dixie Kong’s Double Trouble

Broche de oro para la trilogía que llevó a un nuevo nivel a Donkey Kong, a Super Nintendo y a Rare ware.

Donkey Kong Country 3 - Análisis

Nos encontramos ante un juego, Donkey Kong Country 3, especial por muchas razones. Es el cierre de una trilogía que redefinió al primer personaje icónico de Nintendo, un personaje que había quedado en un segundo plano tras su paso por los arcades y los respectivos ports de NES. Es el último cartucho que Nintendo brindó a una Super Nintendo que tuvo que lidiar aquellos años en solitario contra la next gen encabezada por PlayStation y Saturn, esperando que le enviasen refuerzos en forma de una Nintendo 64 que no acaba de llegar. Fue esta trilogía de hecho su principal baza durante esa lucha, aunque esta última entrega llegó al mercado cuando la consola de 64 bits estaba recién estrenada en los mercados japonés y americano. Es también el último juego que Rare (Rareware por aquel entonces) haría para “El cerebro de la Bestia”, máquina a la que llegaron siendo un estudio de renombre proveniente de la época de Spectrum y NES y que abandonaron siendo un estudio puntero a nivel mundial; algo especialmente difícil tratándose de una compañía británica. A partir de aquí y en pocos meses llegarían para la nueva consola de 64 bits los Killer Instinct Gold, Blast Corps o el mítico GoldenEye 007, lo que da una idea de la época de cambios en que fue lanzado.

Potenciando lo bueno

Hablando del juego propiamente dicho, parece que el objetivo de Rare al lanzar esta tercera entrega fue seleccionar lo que a su juicio había sido lo mejor de las dos partes anteriores y potenciarlo hasta donde la máquina permitía. Así veremos unos escenarios más parecidos a los del primer juego (con una ambientación menos tropical y con más variedad de localizaciones) y con las novedades que caracterizaron al segundo (personajes secundarios, jugabilidad, mundo secreto, ingente cantidad de ítems, etc). Es también el juego más largo de la trilogía y el que más secretos esconde, aunque la duración no se vio alargada en exceso ya que el nivel de dificultad se rebajó ligeramente respecto a las entregas que le precedieron. No quiere ello decir que sea un juego sencillo ni mucho menos, máxime si lo comparamos con los estándares actuales. Conseguir completarlo al 105% (nivel que se alcanza cogiendo todos los ítems que aparecen en el juego) supone un reto de muchas horas al alcance solo de jugadores experimentados.

Si en las anteriores entregas se podía decir que el argumento estaba ahí únicamente para darle un mínimo trasfondo a lo que veíamos en pantalla (en la línea habitual de muchos juegos de plataformas de la compañía), esto se acentúa un poco más en la tercera parte. Donkey y Diddy Kong no acaban de volver de un viaje de pesca, y Dixie Kong, protagonista de la segunda entrega junto a éste último, decide salir en su búsqueda junto a su primo Kiddy. Por el camino tendrá que enfrentarse a los ya conocidos Kremlings y a su líder, King K. Rool, que en esta ocasión abandona la temática pirata de la segunda entrega para abrazar la robótica como si de un discípulo del Doctor Robotnik se tratase.

El juego se estructura por medio de un mapa central que da un acceso relativamente libre a los submapas de cada región. Esta novedad rompe con la linealidad a la hora de explorar el mundo del juego, pudiendo elegir el orden en que llevar a cabo la aventura. Evidentemente no fue la revolución experimentada con el mapa central de Super Mario 64 para los juegos de plataformas 3D (y que cabe destacar llegó pocas semanas antes que este juego) pero fue una novedad respecto a las entregas anteriores.

Aparte del comentado cambio en el dúo protagonista (cambio que ya se había realizado de manera más sorprendente en la segunda parte dejando fuera a Donkey), también se produjeron cambios en los “animales amigos” que aparecen a lo largo de la aventura para facilitarnos el progreso, añadiendo variedad y rompiendo un poco la monotonía jugable.
El más destacable (y discutible) fue la desaparición del ya carismático Rambi a favor de la elefanta Ellie, que puede atraer objetos absorbiéndolos con la trompa o lanzar agua contra los enemigos. Su fobia hacia las ratas hará que tengamos que jugar con la iluminación en ciertos niveles. La otra incorporación fue el pájaro Parry, que nos brinda la oportunidad de recoger ítems que de otra manera no podríamos alcanzar.

Por fortuna Enguarde el pez espada, Squitter la araña y los loros Squawks y Quawks repitieron aparición para acompañar a los debutantes. Enguarde nos otorga una mayor agilidad y rapidez de movimientos en las fases subacuáticas; además podremos atacar a los enemigos que de otra manera son invulnerables. Squitter puede lanzar sus telas de araña para acabar con los enemigos o crear plataformas temporales sobre las que subirnos. Finalmente los loros hermanos nos permiten ascender/descender colgados de sus garras. Todos estos personajes, excepto el pájaro Parry, se pueden controlar de manera directa o montados sobre ellos por Dixie y Kiddy dependiendo de la situación.

El resto de personajes secundarios, miembros de la familia Kong que nos ofrecen su ayuda en  los mapas de selección de nivel, sí se mantuvieron al completo respecto a la anterior entrega. Cranky Kong, el Donkey original, protagonista de los juegos de 8 bits y abuelo del Donkey Kong que da nombre a esta trilogía (y que ha llegado hasta la actualidad sin mostrar ningún síntoma adicional de envejecimiento) nos retará en diversos minijuegos con plátanos y monedas como recompensa. Wrinkly Kong, la esposa de Cranky, volverá a hacer acto de aparición después de su debut en Donkey Kong Country 2 (desafortunadamente será la última vez que la veamos con vida, ya que en los siguientes juegos de la saga aparece en forma de fantasma). Ella es la encargada de guardar la partida y recoger los pájaros banana que encontramos a lo largo de la aventura.

Funky Kong vuelve menos funky que nunca (musicalmente hablando) para alquilarnos los medios de transporte que nos permitirán desplazarnos por el mapa donde se desarrolla el juego. Por último Swanky Kong es el encargado de organizar los minijuegos que aparecen en el título, como los protagonizados por Cranky. Otros personajes que aparecen a lo largo y ancho del mapeado son los Hermanos Oso, que nos ofrecen ciertos objetos a cambio de sus propias monedas oso, lo cual añade un mínimo componente rolero.